miércoles, 16 de marzo de 2011

Al Encuentro de la Felicidad

Que es la felicidad ?, cómo encontrarla ?. Para unos puede ser una cosa, y para otros totalmente algo distinto; somos felices  cuando nos compramos algo deseado(el coche, ese conjunto que tanto deseábamos),cuando obtenemos un aprobado, un trabajo; en fin podríamos seguir y habría muchas cosas, pequeñas y grandes que nos dan un poquito de felicidad; pero aquí una pregunta somos realmente felices?.Vemos  que la felicidad que tenemos puede resultar efímera, así como vino se va, eso nos ha pasado a todos; pero, por qué? La razón es que esos momentos de felicidad dependen de circunstancias, de momentos en los que ocurre algo (como comprar el coche, que poníamos antes de ejemplo).
Nuestra felicidad pues depende  de circunstancias que nos hacen felices, sin embargo  lo que yo quiero transmitir es algo mucho mayor que ello; y es el gozo. Y eso solo lo podemos encontrar en Dios.
Pablo es un muy buen ejemplo de lo que quiero decir; él, un hombre que era perseguido e incluso encarcelado por anunciar a Cristo, exhortaba a los demás a gozarse (En Filipenses 4:4 tenemos: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos! ).Como un hombre en tales circunstancias hablaba a otros de regocijo, y ni siquiera se mostraba triste, ni decaído? Pablo tenía el secreto; ese secreto que nos ha sido revelado a todos y que todos podemos alcanzar, Pablo tenía a Cristo en su corazón.
Para él quien tenía el control total de su vida y en quien se gozaba en todo momento, era Jesús. Y esta es la clave de lo que quiero decir, a pesar de las circunstancias que tengamos, sean buenas y nos proporcionen felicidad, o incluso sean malas y nos hagan estar tristes, es en Jesús en quien tenemos un seguro continuo, es en él, en quien tenemos nuestra salvaguarda, y es en él en quien podemos obtener verdaderamente el gozo.
Hay circunstancias que nos pueden hacer felices, pero el gozo verdadero no depende de ello, sino que depende de nuestra relación, de nuestra comunión con el Señor, es solo en él en quien hallamos el gozo de nuestro corazón. Y esa es nuestra esperanza que pase lo que pase, el estará con  nosotros, y pondrá el gozo en nuestro corazón y nada nos lo arrebatará (Juan 16:22: … y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.).
Ahora pues está en nuestras manos, ahora  es nuestra elección, nuestra felicidad dependerá solo de las circunstancias? .O será Cristo quien proporcione el gozo a nuestro corazón, él ya ha venido a nuestro encuentro, ahora nos toca a nosotros aceptarle. Para terminar quiero repetir una vez más lo que decía el apóstol Pablo: Regocijaos en el Señor siempre.

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